El alumnado de infantil del CEIP La Candelaria, en el núcleo de Benagalbón, vive una situación peculiar. Se encuentran segregados en un espacio independiente y poco apto, para edades tan tempranas tres, cuatro y cinco años.
Cada día, al finalizar las clases, las maestras y monitoras junto a sus alumnos, se ven obligadas a dar un “paseo” de diez minutos, para poder asistir al comedor, con el significante peligro que conlleva trasladar a tantos pequeños y pequeñas por la calle.
Son muchos años ya, más de ocho, los que llevan reclamando aulas para infantil, dentro del mismo centro. Promesas que nunca llegan, aunque cada año exista la rigurosa foto del alcalde, con el delegado correspondiente y, el centro envié escritos al ayuntamiento solicitando dichas aulas.
En esa última visita, la del pasado enero, se comprometieron a que las aulas estarían para el curso que viene, pero ¿cuántos años llevan con la misma promesa? Tanto profesionales del centro como padres y madres, están cansados de que no se atiendan sus demandas de mejoras.
No hace mucho, recibí quejas de padres y madres: no disponían ni de luz ni de calefacción (así por varios días). ¿cómo se puede permitir eso?
¿Conoces la frase: “No pasa nada hasta que pasa”, pues ayer pasó. Mientras estaban en el patio, un alumno de cinco años tuvo un accidente que le supuso sutura de puntos. Esa situación, ha incrementado no solo la preocupación de sus padres, sino del resto de familias.
Me sorprendo cuando oigo a responsables del equipo de gobierno y al mismo alcalde, decir sobre un tema que no es su competencia.Que no se les olvide, que en este caso, como en el de los comedores escolares, el bien jurídico protegido siempre es el menor . Deberían de aprender de otros municipios, donde actúan aunque no sea su competencia, más en casos donde los perjudicados son niños y niñas pequeñas, vulnerables,
Cuando existe voluntad política, es posible hacerlo. Basta de excusas, de falsas promesas.
Al señor alcalde hay que decirle, que cuando se dirija a un centro educativo, como es este caso, no es para hacerse la foto de rigor. Es para escuchar a los profesionales, al AMPA y a familias, para así conocer de primera mano las carencias del centro y cuales son las mejoras. Lo más importante es que cuando va es con el compromiso de que realmente va a ACTUAR CON LA CELERIDAD QUE REQUIERE EL ASUNTO.
Porque hay que tener en cuenta, que donde mayor tiempo pasan los niños y niñas aparte de su hogar, es en cole
¿Cuánto de seguro es mi cole?