Decía Martin Luther King “Siempre es un buen momento para hacer lo que es correcto”.
Se critica a aquellas personas que miran a otro lado ante una situación de violencia, de discriminación, y sin embargo, cuando hay alguien que hace lo correcto, aunque le suponga poner su vida en peligro, levantamos el cartel de “indiferencia”, ¿quizás porque lo que esa persona hizo, otros no serían capaz de hacerlo?
El pasado 6 de noviembre el agente de policía Jesús M. no solo hizo lo correcto, evitando un mal mayor, sino que nos dio una lección a muchos.
Es un orgullo contar con un profesional como él y me alegra ver cómo pasea por el municipio al paso de vecinos y amigos que lo felicitan y le dan las gracias. Lo tengo claro, una persona como él no necesita de medallas, de discursos ni de méritos oficiales, se lleva el mejor de los reconocimientos, el de la gente por la que un día juró servir y proteger. El Orden solo puede ser una realidad con policías vocacionales como quien nos trae aquí, quien lleva la palabra Servicio Público por bandera.
Ahora bien, yo me pregunto. ¿ni un simple gracias por parte de sus mandos, del concejal de seguridad ciudadana ni del mismo alcalde? ¿ni una simple llamada? ¿Resulta que necesitan valorar informes y escuchar a testigos para determinar que hay que felicitarlo por su actuación?
Siempre defenderé lo que considero justo, que nadie sea más que nadie. He apoyado a Jesús como lo hubiera hecho con cualquier otro trabajador del ayuntamiento si hubiera actuado igual. ¿por qué ese desprecio hacia su persona? ¿qué lección nos deja esto?
Cuatro días después (10 nov) de este suceso, ocurrió en Cádiz un suceso similar. El 14 de noviembre, cuatro días después salió publicada la noticia: Un policía local de paisano interviene en un caso de violencia de género en La Línea, donde podíamos leer que:
- El concejal de Seguridad Ciudadana, Bernardo Piña, destaca la labor policial en este tipo de situaciones, así como la implicación del agente fuera de servicio, pues con su actuación “atajó un comportamiento que pudiera haber subido de intensidad y dar lugar a un delito de mayor gravedad”, señaló.
Por tanto, ¿por qué tantas molestias para que no se le reconozca a Jesús su buen hacer?
Seguramente su acción quede en la historia y mientras, este mes seguiremos con actos y eventos contra la violencia de género.
Querido Jesús: siempre agradecida a la vocación que tienes por servir y proteger a la ciudadanía.Como concejala me he visto en la obligación moral de hacer todo lo posible para que tu acción no quede indiferente. He intentado por todos los medios hacer justicia social, mediante escrito, luego mediante moción y por último mediante ruego sin tener resultado. La política sucia de algunos dirigentes no ven más allá que su propio EGO. Me despido con la siguiente frase: “Los hombres siempre desaprueban lo que no son capaces de hacer.”
Rocío Calderón
Viendo el caso en conjunto parece que , los jefes implicados son ejemplo de mediocridad y falta de liderazgo en el mando, lo que les incapacita (al margen de títulos, distinciones o nombramientos) para dirigir a ningún grupo de profesionales.
Espero que consigamos cambiar esta situación y convertir a este grupo en un grupo super motivado para cumplir su importante misión ciudadana