Este 24 de marzo asistí a la inauguración de joven artista Rubenchi. Un niño TEA de Rincón de la Victoria que demostró un gran talento artístico plasmado en multitud de obras expuestas hasta el 17 de abril en la Sala Mare Nostrum de la Cala Del Moral.
A pesar de la tarde cerrada en sepia, un exterior de la Antigua Estación casi de película de suspense, tardó poco en llenarse de amigos, familiares, compañeros y personas interesadas en conocer la obra del joven pintor.
No me quise perder el evento por nada en el mundo. Acudí primero en calidad de madre de un niño TEA, por un lado ilusionada por ver la obra, por otra con un pellizco en el alma, con multitud de emociones.
Miraba a Rubén, estaba apoteósico, ilusionado y feliz. Pero no era menor las caras de felicidad de sus padres, de emoción y de orgullo. Se me pasaba por la mente. Si pequeño cualquier logro de nuestros hijos e hijas ya son motivo de fiesta…qué puede pasar por nuestras mentes cuando además pinta unos cuadros preciosos, llenos de luz y de alegría…ufffff, debe ser algo increíble, imposible de olvidar.
Pero no fui sola, me acompañaba mi amigo y ahora presidente de la Casa del Artista y de las Bellas Artes de Málaga, mi querido Rafael Estades “Morta”, porque teníamos que apoyar a artistas como Rubén, todo el esfuerzo, tiempo y dedicación que hay detrás de cada obra expuesta.
Quiero felicitar a sus padres, quiero felicitar a Rubén y quiero reivindicar que las personas con autismo son capaces de muchas cosas, solo necesitan su tiempo y atención. Momentos como el de ayer iluminó la esperanza de que no hay retos imposibles sino personas incapaces y Rubenchi no es de esas.
Gracias Romina, eres pieza fundamental de ese puzzle azul y gracias Carmen Gaitán, por poner voz a un momento tan bonito. Todo un descubrimiento para mi